Las tasas hipotecarias clave subieron al territorio del 6 por ciento esta semana, ya que la inflación en mayo fue más alta de lo proyectado y el mercado de bonos osciló violentamente en respuesta a cómo podría reaccionar la Reserva Federal.
La Fed anunció un aumento de tres cuartos de punto porcentual en su tasa clave de fondos federales, con nuevos aumentos planeados para este año.
Con la excepción de las hipotecas de tasa ajustable (ARM) y los productos con garantía hipotecaria, las acciones de la Fed no influyen en las tasas hipotecarias, pero como se observó esta semana, la especulación en el período previo a sus decisiones sí lo hace.
Las tasas hipotecarias fijas siguen el rendimiento del Tesoro a 10 años, que alcanzó un máximo anual esta semana después de que el informe de precios al consumidor del viernes revelara un asombroso aumento del 8,6 por ciento en los precios en mayo.
El ritmo de este movimiento es lo que más preocupa, ya que el poder adquisitivo de los consumidores se evaporó más rápido que en cualquier momento reciente.
Además, es posible que la volatilidad de las tasas tampoco disminuya en el corto plazo.
Las tasas hipotecarias comenzaron a subir en enero luego de un período de mínimos históricos en 2020 y 2021.
En febrero, el promedio de 30 años superó el 4 por ciento y continuó por encima del 5 por ciento en abril.
Ese período previo ha hecho que los prestatarios se detengan, y las solicitudes de hipotecas se han desplomado recientemente a un mínimo de 22 años
La velocidad con la que las tasas hipotecarias pasaron del 3 por ciento en enero al 6 por ciento en junio es bastante sorprendente.
Este cambio sin duda reducirá la demanda de hipotecas y, con la excepción del retiro de efectivo, reducirá la mayoría de los refinanciamientos
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