Las viviendas en 2020 y 2021 se dispararon de forma extraordinaria y el papel del 2022 es llevar las cosas en otra dirección y normalizar el caos o periodo de movimiento frenético que se pasó.
Es seguro decir que la demanda de viviendas, los precios de las viviendas y las tasas se movían de una manera que podría describirse fácilmente como grande, diferente y rápida.
Después de todo, las tasas hipotecarias se dispararon y se consideraron las tasas más altas del año.
Cuando examinamos los promedios diarios reales, podemos ver que las tasas no fueron muy diferentes, pero en los siguientes días se experimentaron grandes mejoras.
Todo el caos de costos en las viviendas ha generado que los prestatarios paguen puntos, con la idea de pagar tasas más bajas.
En tiempos más estables, 1 punto suele ser bueno para una reducción del 0,25% en la tasa. En este momento, sin embargo, es común ver una caída del 0,50 %, suponiendo que el punto de partida fuera del 6,25 % o más.
Expertos comparten la idea de que en tiempos más estables es una gran opción la adquisición de puntos hipotecarios.
Se ha conocido los datos de los gerentes de compras, que mostraban una desaceleración de los precios y un crecimiento más lento.
En términos de datos específicos de vivienda, los datos de Ventas de Viviendas Nuevas sorprendieron increíblemente a todos.
Las casas nuevas son solo una fracción del mercado en comparación con las casas existentes.
Sin embargo, con la situación de inflación que se vive en estos momentos la compra de casas completamente nueva no ha muerto, sino que ha tomado impulso, tras las mejoras de las tasas.
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